OCTUBRE

20 de octubre / Inicio

02 de noviembre / Finalización

US $3.900

Paquete tierra en base doble

(no incluye aéreo)

US $ 990

suplemento habitación single

Opcional

Pasaje Aéreo

NO INCLUIDO

Diverso y multifacético, Brasil sintetiza en sus ciudades la herencia cultural de pueblos originarios, conquistadores lusitanos, poblaciones esclavas africanas y corrientes inmigratorias europeas y asiáticas. El despliegue urbano sobre el inmenso territorio cubre todo el abanico, desde preservados cascos coloniales hasta enormes aglomeraciones metropolitanas. Sin embargo, para muchos argentinos Brasil es la promesa de una buena playa donde jugar con las olas, hidratarse con agua de coco y caipirinha, picar camarones, estrenar un par de Havaianas y observar el paisaje natural. El Brasil urbano no forma parte del combo vacacional. San Pablo, la ciudad más importante del país, tiene fama de “fea” y es largamente ignorada. Brasilia es un enigma reservado a urbanistas y arquitectos. Y los miles de turistas que visitan Río se atrincheran en las dos playas más famosas del mundo, Ipanema y Copacabana, y excepcionalmente caminan por el centro. 

Pero en Eternautas nos volvemos locos con las ciudades y la cultura urbana que generan: allí se ponen en marcha las tendencias, las tensiones, los proyectos de transformación. En este viaje vamos a conocer San Pablo, Brasilia y Río de Janeiro. La megalópolis global, la capital moderna y la cidade maravilhosa

La colonización de Brasil resultó problemática para los portugueses. Durante los siglos XVI y XVII debieron resistir fuertes desafíos de las otras potencias europeas. El descubrimiento de grandes yacimientos de oro en Minas Gerais cambió todo el panorama geopolítico. Río de Janeiro, el puerto principal por donde ingresaban millones de esclavos capturados en África y salían toneladas de oro rumbo a Lisboa, comenzó a tener un crecimiento exponencial, al punto de convertirse en capital imperial (1807) tras la llegada de la familia real y la corte portuguesa. Este acontecimiento excepcional provocó profundas transformaciones en la ciudad, y su principal corolario fue la independencia de Portugal: en 1822 el príncipe regente decidió convertir a Brasil en un imperio con capital en Río. La caída de la monarquía (1889) no modificó esa situación central y la ciudad vivió una larga belle époque tropical. Entretanto, a partir de 1870, San Pablo había empezado a transformarse en el escenario de los cambios sociales, económicos y urbanos que vivía el país. La “metrópolis del café” creció y se empoderó tanto políticamente que sus grandes fortunas tuvieron veleidades separatistas (1932). La revolución fue aplastada, pero la rivalidad con Río continuó. San Pablo decidió ejercer con éxito el dominio económico de la mano de una industrialización vertiginosa que llevaba a la par el desarrollo de una indiscutible hegemonía cultural. La centralidad carioca quedó completamente alterada con la creación de Brasilia (1960) y la mudanza de la capital a esa utópica ciudad modernista localizada en el interior profundo del país. Río volvió al primer plano gracias a la internacionalización de la bossa-nova, novedad musical que remitía a un Brasil luminoso, joven, de playas; y la cristalización de un paisaje imponente como ineludible destino turístico. En las últimas décadas Río mantiene viva su atracción, Sao Paulo no deja de generar riqueza y atraer inmigrantes, y Brasilia se ha convertido en el centro del poder político regional. Las tres siguen siendo profundamente desiguales y con muchos asuntos pendientes en temas de vivienda, salud y educación.

Los invitamos a un viaje cultural por tres ciudades muy dinámicas, completamente opuestas entre sí; tres caras posibles de ese país/continente llamado Brasil.

 

ITINERARIO Día por Día

SAN PABLO

San Pablo impacta. Por su tamaño y población es la mayor aglomeración urbana de Sudamérica. Por su riqueza, dinamismo y hegemonía cultural es la principal ciudad de Brasil. Hace poco más de un siglo comenzó a extenderse de manera caótica sobre valles y colinas, mientras recibía abundante inmigración europea y oriental. La fortuna de las plantaciones de café se mezcló con la que generaba la expansión industrial, la élite adhirió al modernismo cultural y propició los vínculos internacionales. A partir de la segunda posguerra, la ciudad se posicionó cómoda entre las grandes megalópolis globales, pisando fuerte en el mercado del arte, la museografía, el teatro. Visitarla es exponerse a una imagen contradictoria de grandeza, opulencia y miseria.

DÍA 1 | SAN PABLO

Llegada a San Pablo – Hotel Canopy Hilton.
5 noches de alojamiento con desayuno.

Encuentro con el tour líder en el hotel.

Tarde:  Caminata por la Avenida Paulista, el centro financiero del país, uno de los polos culturales de la ciudad y -sin duda- su encarnación simbólica. Quedó inaugurada en el último cuarto del siglo XIX para alojar a una emergente élite extranjera que necesitó afirmarse socialmente levantando pintorescos palacetes. En los años 60, la valoración del terreno fue determinante para que sus herederos demolieran ese patrimonio y apostaran por la verticalización (y la democratización) de la avenida, proceso que no se ha detenido nunca en el último medio siglo. Museos, cinematecas, librerías y espacios culturales conviven con torres corporativas, consulados, bloques residenciales y canales de TV.

Noche: cena de bienvenida.

DÍA 2 | SAN PABLO

Día 2 – San Pablo

Mañana y tarde: El centro histórico y el llamado “centro nuevo” son la más acabada representación metropolitana de San Pablo. Esta caminata parte de la colina original fundacional, con sus iglesias y casas coloniales, y avanza en medio de plazas, rascacielos manhattanescos, teatros de ópera, bancos art decó, viaductos, icónicas galerías comerciales y hoteles mid century, productos de una época en la que la ciudad se reinventó varias veces mirándose en espejo con París, Nueva York y Chicago. Entre el olvido, la desigualdad y la gentrificación, el centro de San Pablo sigue latiendo febrilmente al compás de las iniciativas del mercado inmobiliario, las intervenciones urbanas y los movimientos sociales y artísticos que okupan algunos de sus espacios.

Almuerzo en el rooftop del Edificio Esther, sobre la Plaza República.

Traslado ida y vuelta al centro en transporte público (metro).

DÍA 3 | SAN PABLO

Mañana: Desde mediados de la década del 30 el barrio Jardim Europa se consolidó como destino de una burguesía adinerada. La casa museo de Ema Klabin -reelaboración en clave moderna del Palacio Sanssouci (Postdam) con diseño paisajístico de Burle Marx- conserva la vasta y variada colección de arte, mobiliario y objetos decorativos que acumuló su propietaria. El Parque Ibirapuera aloja seis magníficos edificios diseñados con sinuosa geometría por Oscar Niemeyer. Totalmente recuperados, ejercen su función cultural como museos, pabellones de la Bienal y auditorio. El último entorno que visitamos es la colina de Ipiranga, sitio de enorme valor simbólico puesto que allí sonó el famoso “grito” de la independencia del Brasil. El Parque de la Independencia reúne diversos conjuntos y monumentos patrimoniales. Tiempo libre para el almuerzo.

 

Resto de la tarde: libre. Cena libre.

DÍA 4 | SAN PABLO

Mañana: El barrio de Higienópolis es una exclusiva zona residencial muy próxima al centro económico de la ciudad. A partir de los años 40 los palacios de la élite cafetera fueron cediendo lugar a algunos de los mejores proyectos residenciales construidos en San Pablo por el movimiento moderno. Esa nueva generación de ricos, surgida de las profesiones liberales y la industria textil, le otorgó a la zona una condición urbana singular que mantiene intacta. 

Tarde: libre. 

Final de la tarde: paseo informal y tiempo para cenar por Liberdade, el distrito que concentra a la mayor comunidad japonesa fuera del país.

DÍA 5 | SAN PABLO

Mañana: El norte del antiguo centro preserva testimonios del embellecimiento urbano que siguió al boom del café, el desarrollo ferroviario y los inicios del proceso de industrialización: el parque Jardim de Luz y su bellísima estación de tren, la Pinacoteca del Estado (edificio de 1900, refuncionalizado en la década del 90) o el actual Memorial de la Resistencia. Un poco más al oeste, tras cruzar el Memorial de América Latina, se llega al SESC Pompeia. A finales de los años 70, la arquitecta Lina Bo Bardi recuperó los galpones de la estructura fabril original, sumó monumentales estructuras de hormigón armado y diseñó espacios y mobiliario para el ocio, el deporte y la cultura comunitaria. El resultado es uno de los tantos clásicos que Brasil le dio a la arquitectura del siglo XX. Tiempo para almuerzo y regreso al hotel.

Tarde y cena: libre.

DÍA 6 | BRASILIA

Traslado al aeropuerto y vuelo a Brasilia.
Hotel Royal Tulip – 3 noches de alojamiento con desayuno.

Tarde libre y cena en el hotel.

BRASILIA

Como si el futuro de la nación surgiese literalmente de la nada, la inauguración de Brasilia (1960) en la aislada meseta central del país representó una ruptura completa con el pasado y un proyecto a la vez político, urbanístico y arquitectónico. Construida en tiempo récord, la nueva capital se propuso arrasar con todas las ideas previas en torno a la naturaleza de la ciudad, sus formas y sus convenciones: una urbe igualitaria sin calles ni veredas, sin plazas ni construcciones diferenciadas que marquen la estratificación social. Utópica, inhumana, fuera de escala, su éxito o fracaso lleva décadas discutiéndose. Pero la extraña belleza de los edificios proyectados por Oscar Niemeyer, que emergen como figuras escultóricas, funcionan como un imán. Es difícil permanecer indiferente a Brasilia.

DÍA 7 | BRASILIA

Mañana y tarde: Inspirada en una cruz/paloma, la forma del Plan Piloto fue popularmente comparada con la de un avión que conducía a Brasil al escenario moderno. Recorremos parte del “eje monumental” diseñado por Lucio Costa, que concentra los edificios que cumplen funciones gubernamentales, administrativas y culturales: la Plaza de los Tres Poderes, la Catedral (ingreso), el Palacio del Planalto y el de la Justicia, el Panteón de la Patria (ingreso), la Explanada de los Ministerios, el Museo Nacional y la Biblioteca y el Espacio Cultural Lucio Costa (ingreso). Almuerzo libre.

DÍA 8 | BRASILIA

Mañana y tarde: Continuamos la visita de la capital brasileña: el Congreso Nacional (ingreso), la iglesia Nuestra Señora de Fátima, el Palacio de Itamaraty (ingreso), el Monumento a Juscelino Kubitschek, una Unidad de Vecindario que nos permita comprender la lógica de las supermanzanas residenciales (zona sur) y la Plaza Duque de Caixas, con diseño paisajístico de Burle Marx. Almuerzo y cena libres.

DÍA 9 | RÍO DE JANEIRO

Única en el mundo, Río de Janeiro reúne en un mismo escenario un denso y tentacular tejido urbano compuesto por edificios y casas, calles y avenidas, túneles y paseos, plazas y parques, en medio y junto a una naturaleza exuberante, formada por costas rocosas, lagunas, cursos de agua, prados, manglares, montañas, cascadas y bosques. Y todo ello realzado por una sucesión de playas oceánicas y una amplia y generosa bahía. El encuentro con el paisaje carioca provoca admiración, sorpresa, fascinación y curiosidad. Entrado el siglo XXI, la “cidade maravilhosa” continúa encarnando una de las marcas de identidad del país.

DÍA 10 | RÍO DE JANEIRO

Traslado al aeropuerto y vuelo a Río de Janeiro.
Hotel Yoo2 (Botafogo) – 5 noches de alojamiento con desayuno.

Tarde: Tras aterrizar, almuerzo libre en el shopping del aeropuerto de Río de Janeiro. Luego nos dirigimos al pintoresco barrio de Santa Teresa, ubicado en el único morro céntrico que sobrevivió a las reformas urbanas de comienzos del siglo XX. En la transición del Imperio a la República, sus laderas sinuosas se poblaron de mansiones eclécticas, chalets inspirados en el romanticismo alpino y villas art nouveau. Su cercanía y aislamiento del centro atrajo a coleccionistas, artistas y bohemios, por lo que recibió el apodo de Montmartre carioca. Visitamos la Chácara do Céu, el Parque das Ruinas y el atelier del fotógrafo Renan Cepeda

Check- in en el hotel. Cena libre.

DÍA 11 | RÍO DE JANEIRO

Mañana: Exploramos el corazón metropolitano de Río de Janeiro, (re) configurado a lo largo de varios siglos y a partir de tres subcentros: el entorno de Plaza Quinze, núcleo del poder colonial e imperial; la Plaza Mauá, vértice de la zona portuaria que se proyecta sobre la Avenida Río Branco y sus transversales, dominadas por la banca y el comercio; y Cinelandia, epicentro de la cultura y el esparcimiento. Visitamos palacios, monasterios, bancos, teatros, iglesias, plazas, bibliotecas, cines y edificios gubernamentales, en una caminata que deja claro el eterno encanto de la “cidade maravilhosa”. Tiempo libre para el almuerzo.

Tarde: La visita continúa por el Parque do Flamengo, el impresionante desarrollo paisajístico en terrenos ganados a la bahía de Guanabara, que aloja -entre otros- al Museo de Arte Moderno y el Monumento a los Muertos de la II Guerra Mundial. Gloria, con su bella iglesia colonial, es el punto de partida de los barrios residenciales de Catete, Flamengo y Laranjeiras, primera expansión de la ciudad hacia el sur.

Cena libre.

DÍA 12 | RÍO DE JANEIRO

Con bastante imaginación, el clima más fresco, los valles y el paisaje boscoso de la Sierra de Órgãos recuerdan a los Alpes. En 1843, Pedro II se entusiasmó con la idea de construir allí una residencia imperial y una ciudadela. Colonos germanos y el trabajo de unos cuantos esclavos hicieron realidad su sueño. La insólita atmósfera europea de Petrópolis atrajo a la corte, a la alta sociedad y a diplomáticos extranjeros, que levantaron allí mansiones donde soportar el verano tropical. Visitas al Museo Imperial, la Catedral, el Palacio de Cristal, la última morada del escritor vienés Stefan Zweig y el hotel casino Quitandinha, entre otros puntos. Almuerzo libre. 

 

Regreso al final de la tarde. Cena libre.

DÍA 13 | RÍO DE JANEIRO

Mañana: El movimiento moderno brasileño es un movimiento moderno con jardín y su artífice fue Roberto Burle Marx. En su “estilo” conviven la variedad y el exotismo del jardín tropical, la tradición árabe y portuguesa del agua y el azulejo, y la disposición de espacios y gamas cromáticas en sintonía con la arquitectura. La destrucción sistemática del patrimonio natural motivó a Burle Marx a adquirir la Finca San Antônio da Bica, hoy Sitio Roberto Burle Marx, un antiguo cafetal y bananero ubicado a 60 kilómetros de Río. Sobre este territorio de selva atlántica costera organizó su laboratorio de viveros y una casa de recreo, o casa-museo, en la que con impulso coleccionista combinó artesanías y esculturas de diversos orígenes. Visita del lugar y luego tiempo libre para el almuerzo en Bira Guaratiba. Resto de la tarde libre.

 

DÍA 14 | RÍO DE JANEIRO

Mañana: Una vuelta por la zona sur. El Parque Lage, parte de una antigua chacra frente a la laguna Freitas,  es un oasis verde lejos del mundanal ruido. Copacabana sentó las bases de un nuevo urbanismo y una nueva cultura de playas a partir de los años 20. Su mítico hotel, inspirado en los establecimientos de la Riviera Francesa, sigue siendo el punto culminante de la “orla”. Un poco más arriba, en la entrada al diminuto barrio de Urca tuvo lugar la exposición universal de 1908. Las moles académicas son el preámbulo de un bucólico paisaje de casas particulares ubicado a los pies del Pan de Azúcar. Fue allí, en el extremo de esa punta, donde la ciudad fue fundada en 1565.

Tarde: libre

Noche: cerramos el viaje en Lapa, cuyos arcos son la puerta de entrada al barrio más animado de Río. En sus calles estrechas, con fachadas del siglo XIX, el ritmo del samba es la única lengua que se baila.

* Las tarifas están expresadas en dólares estadounidenses. Por pagos en pesos se tomará el tipo de cambio vendedor del Banco Nación. Se deberá corroborar con el área de administración el importe a pagar, teniendo en cuenta los importes vigentes en ese momento. Este itinerario implica actividades, caminatas y excursiones que suponen un viajero activo, con un estado físico saludable.